La inminente modificación de la ley 845 promete dar otro zarpazo a los intereses nacionales y terminar legalizando
lo que antes, aunque permitido por el neoliberalismo, era ilegal: el enriquecimiento de empresas privadas, en especial extranjeras utilizando la pantalla de organizaciones de interés social y sin fines de lucro.
Por GEORGINA JIMÉNEZ
Investigadora CEDIB